junio 26, 2005

Sí, quiero ducharme

Te pasás acá la noche, dijo al inicio de la semana. Te sedujo su acento extranjero y la coleta de cabellos negros a media espalda. Ojos marrón, labios delgados, grande su espalda, firmes sus brazos. Te lo dijo como si fuera orden, premeditada e inesperada, llevaba ventaja.

Cocino para vos. Tortilla española y champiñones con queso. Galletitas, vino tinto. Caíste precipitadamente pero con los ojos cerrados no te sentías recostada en el suelo alfombrado. Algo en tu sangre se hinchaba y te hacía sentir hormiguitas entre músculos y huesos. Flotando, dormitaste. Te levantó después de un rato y te condujo a la cama.

¿Necesitás algo?
No, gracias.
¿Una pastilla, una aspirina?
Mmmm, no, está bien, gracias.
Me voy a duchar, ¿quieres ducharte?

Abriste los ojos. Sí, quiero ducharme.

Caminaste despacio hacia el cuarto de baño. Te detuvo. Le respondieron a un impulso las manos y luego las ganas que le subieron del vientre a la boca te dijeron al oído ¿Puedo ducharme contigo?

Te desnudó y lo desnudaste apresuradamente, mordiste su oreja izquierda, jugaste con ella y tu lengua, y él, escurrió su dedo índice de tu cuello al hombro. Abrió entonces la mano, apretó tu torso debajo del brazo y acarició tu pecho izquierdo, terminó en el pezón con las yemas de los dedos.

El agua corría caliente y te empapó el cabello de pronto. Lo viste entrar, bestial. Se aceleraban tus ansias al ritmo de la caída del agua. La regadera era un cuadro pequeño. Él se acercó, tú lo tocaste. Soltaste su pelo aún sujetado en una cola de caballo, escurriste entre él tus dedos pequeños, lo sentiste suave mojándose cada vez más, lejos del chorro. Mordiste sus labios, tocaste con tus manos su pecho. Se abrazó de tu cintura, se pegó a ti. Se acariciaron rostro con rostro. Te soltó y sus manos te impulsaron hacia arriba, contra la pared, lamió tus pechos. Tus pies hicieron presión contra la pared a su espalda y un nudo apretaba tu vientre. Algo desde ahí subía hasta la boca de tu garganta, te oíste suspirar. Se hicieron el amor en la regadera. Él de pie, tu suspendida a mediación de la pared, contra los azulejos blancos.

Salieron corriendo y continuaron en la cama arrancándose de encima cobijas y sábanas, húmedos, se secaron muy pronto dando vueltas como niños en el pasto y riendo a carcajadas. Se hicieron cosquillas, se besaron con los ojos abiertos, con los ojos cerrados. Deslizaste tu mano hacia abajo, acariciaste sutil pero con fuerza dos bolsas pequeñas y luego te sentaste sobre él. A un tiempo sintieron contraer sus entrañas y exhalar al entrar en contacto tan lúbricamente. Te meciste, lentamente, galopando. Después de un rato se sentó él también. Se apretaron en abrazos, haciéndose temblar, cuerpo contra cuerpo, volubles, volátiles, en plena batalla.

Cayeron distendidos, como música suave que desciende poco a poco después del delirio, y desaparece luego, finalmente. El techo azul, el correr de la sangre, el ritmo agitado de la respiración. Én un susurro, te dijo al oído antes de dormir ¿Me contás una historia esta noche? Tú, se la escribiste a media voz, casi soñando:

Te pasás acá la noche, le dijo al inicio de la semana. A ella, la sedujo el acento extranjero y su coleta de cabellos negros a media espalda. Cocino para vos. ¿Quieres ducharte? Abrió los ojos, y dijo: Sí, quiero ducharme.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

WOOOOOOOOOOOOOOW! super!!!! que narrativa, detalles detalles ... amo los detalles! no estoy enfermo, bueno un poco pero ... amo los detalles !
suuuuuuuuuuuper !!!

Anónimo dijo...

La neta he leido todos los cuentos desde hace algunos añitos, y sin importar que, cada vez que entro al blog para leer el "nuevo" tengo que regresar a leer este. Nunca me habia animado a dejar un post, pero debo admitir que REALMENTE amo este cuento.

Luluza, gracias!!! jajajajaja

Anónimo dijo...

jejeje, gracias Zooks :D

Kluzter Benavides dijo...

eaaa


en verdaaaddd muyy rebueeeno... a mí me encantan los ciclos y las repticiones... y el que los hechos que acontescan sean nuevamente inspiraciones para buscar los posteriores y poner mucha atención en todo.


Estuvo genial... ¡gracias por escribirlo!

DD dijo...

woooo, me encanto, el ritmo del cuento rapido, facil, seguro, es maravilloso, la manera de describir los momentos todos los detalles sin ser redundante sin ser muy explicito, el ciclo que se cierra donde empezo, el personaje que se convierte en narrador, los dialogos, cortos pero contundentes ...maravilloso