mayo 01, 2007

Río


Se han preguntado varias veces qué se sentirá ser joto. Las mamadas en realidad no son la cuestión. Aunque la mujer de uno de ellos nunca se ha atrevido a hacerle una, porque es antinatural, si cada lugar del cuerpo es para algo, así nos hizo diosito. Él lo asume con facilidad y no insiste, ni la obliga, será que como es la mamá de mi chavito algo no lo mueve a tratar más.

No tardó para saber qué se sentía, una vez en alguna ronda de noche agarró una de esas putas cualquiera cabrón, de las que están de camino ahí por 5 de mayo; y la obligó a hacérsela unas cuadras más adelante. Así, en la patrulla, ahí mero, con la puerta abierta y ella hincada en la calle, él nomás con la verga de fuera y su mano en la cabeza ya que empezó a agarrarle la emoción. Metió sus dedos entre el cabello y la estiró, la apuró hacia arriba, hacia abajo, hacia arriba, hacia abajo. La suavidad de la lengua, la fluidez, la saliva el semen la saliva. A ella no se le ocurrió morderle o meter un poquito los dientes para frenarlo y parar. Nombre, si es un oficial.

Su pareja se masturbó en el asiento de atrás, viéndolo todo, lo disfrutó aún sin la sensación de saliva espesa cubriendo su pene. Sabroso, pensó. Sabía que era la primera vez del otro, de su pareja, inocente, recién casadito y toda la cosa, con apenas pocas rondas patrullando. Luego se irían esa noche a merodear por el Río, ya habían agarrado varias veces a algún homosexual vagabundo a golpes namás pa que veas lo que es ser hombre pinche joto, a ver si te dejas ahí luego de tus chingaderas.

Sin reconocer bien a bien sus pensamientos, sin imaginar si quiera poder pronunciarlos, con su mujer que no se la mama dormida al lado en la cama, una noche piensa en su pareja y no concilia el sueño en la madrugada. En alguna escapada al puente de nuevo se agarrarán a alguno que no logre huir. Lo harán chupársela primero, a los dos, y luego hacerles el trabajo completo, por fin. Ya no serán nada más dos policías bien machotes, de los que someten a cualquiera a pistola en Santa, en Oaxaca, en Michoacán o el 28 de mayo. Con las líneas de esa coca que le confiscaron a los chavitos del Centrito y una lanota, se les hará costumbre caer cada noche a las faldas del Río. Ahí ya no se juntan los gays vagabundos porque ya se la saben, hay un par de pinches policías cabrones que se dan sus rondines. Sí, ahí siempre va esa pareja.

Sólo bien arriba se animan a afrontar lo que en principio no asumen como propio. La historia de los otros pesa más que el rumbo que toma la suya. Luego, ya en el divertimento y fuera de toda psicotropía, se les ocurre en el día más simple que estaría bien caerle una noche al Río en un día de descanso, así de civil. Tal vez así encuentran más divertido ese juego nuevo que les seduce.

Otra patrulla toma su lugar, y se dice: hoy que no están los de la ruta del Río, vamos a chingarnos unos jotos. Y esa noche se encuentran a dos, así de civil. Se bajan de la patrulla, y los encañonan: Ora sí putos, namás pa que vean aquí lo que es ser hombre, a ver, ¿quién de ustedes es el hombre cabrones?, ¿quién de ustedes es el hombre.?

25 comentarios:

Long Distance Caller dijo...

Me gustó. Me recordó mucho a un cuento de Eduardo Antonio Parra: "Nomás no me quiten lo poquito que traigo".

Xitlally Romero dijo...

la idea y el final me encantaron, pero me hubiera gustado que describieras más qué sentían, físicamente, los polis cuando hacían de las suyas.

Anónimo dijo...

Me gustó bastante. A mí no me importa mucho qué sienten, ese es otro cuento. Me gusta que sea esquemático, rápido. Haría un buen cómic, ¿no crees?

Anónimo dijo...

Como siempre, me ha gustado mucho el cuento..

Anónimo dijo...

buen final

me gustó.

pero ese sentimiento en la boca del estómago...es fuerte.

vientos prima

Anónimo dijo...

"Los gitanos no se ven la suerte entre ellos" El final pudo haber sido más verosímil, si hubiera ocurrido en otro tiempo o lugar, con los personajes, no tan solo vistiendo de civil, sino que con otro aspecto, con otra mirada, otra disposición ante la existencia, sin la jerga al uso "cerdil"...bueno, tal vez lo entendí de acuerdo a ciertos prejuicios impuestos (doble acepción: con lo que se mantiene a esta tropa de canallas) y la pareja encontró lo que había ido a buscar...como quien dice: pasar de ser verdugo a ser esclavo, que a mi parecer, le daría al cuento un carácter netamente descriptivo...pero insisto en que difícilmente los policías no se reconocen entre ellos con códigos propios...en eso radica su impunidad..por ahí yo puliría...

Kluzter Benavides dijo...

karma.

pues de nuevo el ciclito... es como muchas historias en peliculillas mexicanas con esos finales inicio.


aunque éste sí como que lo veía venir... comoquiera el inicio fue lo que más me gustó.

Herr Boigen dijo...

Está fenomenal tu cuento. Me recordó a mi también al lenguaje de Parra y al de Joaquín Hurtado. Lo de los policías está excelente, me gusta la escena de la mamada. No hay necesidad de ser tan explícito, así como está, está perfecto ;) Los polis son chidos, siempre lo he dicho, lástima que aquí no sean como en NY :O

Anónimo dijo...

Me pareció bueno el cuento, sin embargo un tanto moralista y creo que eso le reduce credibilidad. Creo que el problema es el final y que hay inconsistencias en algunas partes.

Anónimo dijo...

Bien chido el cuento ! como todo el blog... Lo acabo de conocer (gracias Lulu)asi que me quedan muchos cuentos que leer, y eso me da mucho gusto... ya temo el momento cuando los acabe todos y tenga que esperar al siguiente.

Lilu dijo...

hijoles el cuento esta de lujo jajajaja me encanto n_n saludines

Anónimo dijo...

no se hubiera hecho diferente porque el cuento sólo puede ser lo que es... a mi en lo personal me gusta...

Mac dijo...

Huevos! muy buen cuento, me gustó!
Escribes muy chido.
saludos
mac

IVANSON dijo...

Chido, chido... me gusto que cumpliera con ese final rapido caracteristico del cuento, tambien te felicito por la fluidez en la narrativa.

nos seguimos leyendo...

yolanda jimenez dijo...

he estado dando vueltas a la memoria para tratar de recordar donde leí algo similar. Muy probablemente en la nota roja de algunos periódicos tijuanenses.
fuera del final karmático, todo estuvo muy bien.

sigo como su fiel lectora.
Saludos desde Mexicali.

Deuche dijo...

No me preguntes cómo llegué acá porque no voy a saber cómo contestar. Lo cierto es que algunos cuentos me gustaron, prometo volver...

Belcron dijo...

hola tmb tengo un blog erótico y me interesa si lo leen, este es el blog.
http://www.useprotectorauditivo.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Un texto sumamente intenso, lleno de asfalto, noche y olor a sexo.
Las texturas de lengua, semen y saliva, así como la mordida y los dientes, lanzan al lector una serie intrincada y dura de imágenes.
Parece que no te llegan mis correos, y hasta ahora recibí asesoría para mandarte este comentario.
Te extraño, Lulú; Monterrey te extraña.
Ni mi teléfono funciona, pero tú sigues aquí.

Felipe Montes

Deuche dijo...

Interesante blog. Prometo volver. Saludos...

Azul Sandoval dijo...

Me encontre con este blog de casualidad, pues buscaba uno de venganza y me gusto. Yo tambien escribo cuentos eróticos.Volveré.

Juan T. Llamas dijo...

No sé, a estas alturas, si lo del lecho del río esté aún vigente. Era muy popular todavía hasta principios del siglo, creo.
Yo nunca me atreví a ir, pues había lugares más seguros para hacerlo.
Hasta 2003 estaba el cuarto oscuro -que ni lo era tanto-en la planta alta de una disco que ha cambiado 50 000 veces de nombre, ubicado en la esquina de Espinosa y Jiménez, a la vuelta del Arkanos.
En 1985 se llamaba "El texano". (Sábados inolvidables: grandes y gratas memorias...suspiro).
Había tres lugares mágicos en el cuarto semioscuro: una vieja barra grande y antigua de madera -en cuya parte trasera podías hacer TODO lo que quisieras-, un rincón muy demandado (ahora sí, muy oscuro) con un sillón grande destartalado por su uso y el BAÑO, de tres x cuatro metros, con regadera y toda la cosa. En este último, nos podíamos juntar hasta seis o siete para hacer deliciosas orgías (con la música abajo a todo lo que daba).
Cuando los dueños del Arkanos tuvieron que traspasar su negocio de Ruperto Martínez, acabados por la nueva competencia de El taboo, El parking y El arco iris, compraron ese lugar y se acabó la emoción: adquirieron propiedades adjuntas,lo remodelaron, destruyeron el cuarto y hoy hay en ese espacio una disco-bar "very nice" (?).
Por más que les rogué y exigí a los nuevos dueños -son conocidos- que no modificaran el lugar, no me hicieron caso.
La música de ese lugar, para mí, es insoportable (música ranchera, tex-mex, cumbias o como le llame la nueva generación: ya no me entero de esas cosas).
Chavos de la nueva generación: no se decepcionen: esta vivencia no tiene un final triste.
Ahora están los cines El Cometa y El Aracely. No los menosprecien:
En ocasiones, los sábados y domingos por la noche llegan sampetrinos para todos los gustos en sus camionetas Lobo o BMWs: señores Marlboro, jóvenes delgados y primerizos o galanes de 28 años, rubios y de ojos azules, con ganas de echarse una canita al aire, después de haberles dicho a sus novias que no podían salir porque se sentían mal. Y en menos de lo que esperas ya te la están mamando o tú a ellos. Pal caso, es igual.
El Cometa está más heavy: arrancaron las butacas de las últimas filas de la parte alta para coger sobre el piso o parados.
Tres tips: no lleves la billetera, carga dos o tres condones, o los quieras, según tu ánimo y no olvides que se trata solamente de un desahogo muy sabroso. Aunque quien sabe, he conocido gente que de ahí pasaron a ser pareja.

be somebody baby dijo...

no sabia que se pusieran putas en la calle 5 de mayo. nunca habia escuchado de eso. no me gusto este cuento porque en general me cagan el palo los pinches policias. yo creo que cuando te paran varias veces o cuando te han puesto unos chingazos ya como que no te cai en gracia nada sobre ellos. pero pues si esta bien que al final los sodomizen.

MarvinNation dijo...

Caray, me encantó el texto.
Me agradó el estilo peculiar que tienes de narrar. La forma, vaya.
Es un estilo muy poco lírico para ser literario, pero lo es. Me sabe, incluso a reporte policíaco, a novela negra. (¿cuento negro, tal vez?)
Las pausas, las palabras, bien hecho.
El ritmo, incluso es muy certero para el tipo de narración.
Pero, ¿por qué no has escrito más desde mayo?

Pedro M. Martínez dijo...

Un buen cuento.
Y me deja paisajes nuevos.
Otra mirada.
Mi aplauso.

Ánuar Zúñiga Naime dijo...

De alguna manera (torcida y precaria quizá), a veces hay justicia.
Un abrazo